1.1.13

Mi 2012

Para no desentonar, hoy voy con la entrada de lo que ha sido este 2012 que acaba de acabar.

El 2012 se caracteriza porque lo he vivido todo como militar. Ya era militar al empezar el año y sigo siéndolo ahora que se ha acabado. Y la verdad, es que ha sido uno de los mejores años de mi vida, o como mínimo, de los más interesantes.

Así que, ya que he sacado el tema, voy a contaros que es lo que he vivido como militar.

En enero hice la jura de la bandera, mi primer desfile y un acto pensado para nosotros, vinieron cuatro amigos, mi madre, su pareja, mi hermano e incluso el perro hasta Cáceres desde Barcelona en coche solo para verme en ese acto. Y eso que hacía solo dos semanas que me habían visto. Luego en marzo acabé mi formación en el CEFOT y después de unos días en Barcelona, fui a mi destino, Asturias. Y entonces, empezó el sufrimiento.

Desde el 19 de Marzo al 20 de Abril, pasé el mes más duro que he pasado hasta ahora en mi vida. Durante ese mes, hicimos un ciclo de "adaptación a la unidad" que básicamente es que te metan caña a saco (tanto física como psicológicamente). Pero bueno, lo superé (con dificultad) y me gané la boina de la BRILAT, nos encuadraron en las compañias y nos pusimos a "trabajar" ya como unos compañeros más, y no como unos "pollos de mierda que no tienen ni idea y no se merecen ni que les miren a la cara".

Desde Abril a finales de Junio, hice vida normal como militar, algún que otro viaje a Barcelona, días buenos, días malos, unas maniobras con sus muy buenos momentos y con otros muy malos. Vamos, que me di cuenta de lo que puede llegar a ser esto de "la mili".

Y desde el 27 de Junio, hasta el 30 de Julio viví el mejor verano que he vivido en mis escasos 23 años de vida (que en realidad, son 22 veranos hasta hoy en día). Supongo que como solo tenía un mes, quise vivirlo lo más intensamente posible. Pero es que no paré ni un día (literalmente), todos los días los tenia ocupados con algo, quizás solo por la tarde o quizás el día entero, pero siempre estuve ocupado. Debo agradecer a todos los que estuvieron en él por hacerlo mejor, tanto amigos como familia, espero que todos mis veranos que me quedan sean iguales o mejores.

Agosto y medio septiembre pasaron rápido. Viví mi primer cumpleaños solo y lejos y tampoco sucedió mucho más.

Pero a partir de la mitad de septiembre se pone interesante. Participé por primera vez en mi vida en un evento deportivo, el Urbanathlon que se hizo en Barcelona el septiembre pasado. Personalmente me fue bien, me di cuenta de que me gustaba ese tipo de "prueba" (Correr + Obstáculos), que es básicamente lo que me ha motivado a querer hacer la Spartan Race el año que viene.

Pero lo verdaderamente interesante viene por la vida militar.

Primero de todo, me cambiaron el jefe de pelotón y parte de la estructura del pelotón, lo que ha hecho que durante estos meses aprenda lo que es la lealtad real entre militares (tanto vertical, como horizontal), lo que es de verdad hacer piña, lo que es y debe ser un pelotón de verdad. Además, en Octubre me enviaron un mes a la Base General Morillo en Pontevedra para sacarme el carnet de conducir. Así que gracias a estar en el ejército, tengo el carnet de conducir y sin haber pagado por este.

Volví a Asturias y viví mis primeras fiestas de la Inmaculada, es decir, de la patrona de infantería de una manera un tanto especial. Mientras que normalmente la gente participa en competiciones deportivas y militares, tiene bastante tiempo libre, va a las "casetas" que hay montadas para tomar algo o comerse un bocadillo, participa en los actos militares y desfiles (a los que viene mucha gente para ver los desfiles), yo estuve trabajando en una de esas casetas sirviendo bebidas y bocadillos (o preparándolos). Fue una manera distinta de vivir la patrona, pero gracias a ello he tenido unos días libres de más y he podido estar más tiempo en Barcelona.

Justo antes de venir a Barcelona de vacaciones de navidades, para despedir el año, hicimos una pateada (o marcha, como prefiráis llamarlo) de 70 kilómetros en 2 días, con 25 kilos de equipo y un desnivel total que convirtió los 50 kilómetros geográficos iniciales, en esos 70 kilómetros reales (o naturales) finales.

Y ya en lo que quedaba de año, lo típico de las navidades, cenas, comidas, salir, visitas, etc.

Otras cosas importantes de este año son que he recuperado la amistad con un amigo de la infancia, cosa que agradezco mucho, ya que es una persona con quien siempre me he llevado muy bien y se pueden tener conversaciones muy interesantes. También me he dado cuenta de cómo quiero vivir mi vida, sabiendo que lo que quiero hacer, es ser y hacer cosas excepcionales, no quedarme en la fácil rutina y normalidad.

Os doy gracias a los que habéis pasado por mi vida este año, ya sea para hacerlo mejor o para ayudarme a aprender con cosas malas, algunos seguiréis acompañándome en el 2013 y otros no, pero a todos, gracias.

¡Feliz 2013!

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